lunes, 4 de enero de 2016

Eres como una herida abierta.

A veces pienso que amarte tanto puede causar graves efectos colaterales a largo plazo. Que mi corazón no volverá a las pulsaciones normales si sigue viendo tu mirada, y mi piel pronto morirá de soledad. Por qué sé que puedo vivir sin ti, que nadie depende de nadie, que no debería depender de nadie. Pero es tu culpa ¿Sabes? Todo esto es tú culpa. ¿Haberme enamorado de ti es tu culpa? Pues sí, es hora de que te hagas responsable.
De que tomes mi corazón herido entre tus manos y lo guardes donde este a salvo, que me rodees con tus cálidos brazos dándome seguridad, que me susurres al oído que no me dejarás nunca y que lo nuestro es real, que es real y que ni el tiempo nos lo arrebatará. Pero no puedo obligarte a hacerlo.
Y eso es lo que más me duele, tú vienes calmo con tu sonrisa encantadora y tan prometedora, dices cosas bonitas y yo las creo aun sabiendo que son mentiras, que solo vienes y vas sin estar en ningún lado completamente. Que yo ni nada en este mundo es suficientemente grande y especial para llamar tu atención, que tú solo estas de pasada, observando todo con calma sin dejar que nada te afecte
. Que yo soy solo una estación de otoño disfrazada de primavera, que mis hojas caen lentamente dejándome como lo que soy. Sola y vacía.
¿Puedes explicarme porque entonces te amo?
 No has hecho mucho para merecerlo mi amor, unos bailes improvisados en el medio de la calle a medianoche, tal vez dos sonatas de piano y una caminata por las calles vacías en lejanos tiempos de lluvias y besos. ¿Tan fácil de convencer soy? ¿Tan ingenua me viste?
Y todos no dejan de repetirme que no tiene importancia, que no vales, que eres solo otra mierda más en un mundo tan cagado como el nuestro, donde nada vale nada, y la gente ciega olvida, hace dos días descubrí con sorpresa que mi madre tiene razón, Tú no eres merecedor de mi amor cuando solo me usas para pasar el rato, y en aquel despotrico de rabia te envié eso en un mensaje de texto y mi celular fue una campanita todo el día con tus llamadas. Tome las cosas del apartamento, trate de juntar mis restos antes de que vinieras por explicaciones, por que eso sí, a ti, nadie jamás te dejaba, tu eras el único, el campeón del mundo en un parque de diversiones, siendo yo una atracción más, una montaña rusa difícil de atravesar en la que tu solo por tu cuenta te irías.
 ¿Cómo hiciste para poder destruirme así? Lloré como jamás lo había hecho en la vida, llore dejando mares dementes y torrenciales a mi paso.
Entonces fue cuando desaparecí. Como un fantasma me escabullí en la sombra de las cosas, escondiéndome de todo lo que me recordaba a ti, recordando lo que era estar viva en otra época. Escuché unos rumores de que me buscaste, de que incluso habías llorado lágrima desesperadas por mí. ¿Por qué amor no pudiste haberme dicho lo que sentías antes? ¿Lloras cuando no estoy, pero cuando estoy cera tuyo me ignoras? ¿Qué clase de amor es ese? Dímelo porque no logro comprender.

 En mi mente los recuerdos simple me traerán a ti, espero algún día poder verlos sin sentir tristeza, aunque sé que todas la heridas no sanan, y que tú eres una herida abierta.


Besos, Kara

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